¿Qué tan difícil es el mes de octubre?

Traducido por Fernando Battaglini

Todo es más difícil en la postemporada, desde lo que se necesita para batear hasta lo que se necesita para escuchar a John Smoltz. Durante un mes entero, las verdades generales se dan por sentadas. Por supuesto, los jugadores están jugando más duro. Nadie quiere llegar al final de la temporada sin haber vaciado el tanque ni haber excavado en el lodo para encontrar más reservas.

En cuanto a cómo se ve eso, no siempre está claro. Si, tenemos un servicio completo en la nube que puede brindarnos información interesante en un abrir y cerrar de ojos, o al menos con unos pocos clics. Pero tiene que hablarte de perros calientes y cosas así. No hay tiempo para impresionar al consumidor con datos cuando se asume que su atención se detiene y se repite en intervalos de 15 a 30 segundos, o cuando lo que vendes no es lo que la gente buscaba, o cuando hay narrativas que atender.

La última vez que analicé algunos de estos datos asombrosos fue hace dos años, y descubrí que las rectas más potentes estaban obliterando con la ofensiva. Esta postemporada me ha llamado la atención de forma similar. Algunas rectas en zonas bateables del plato simplemente no han sido igual de bateadas con potencia. En lugar de repetir el ejercicio de 2023, y conociendo la tendencia general de la velocidad por año durante la última década, lo analicé de forma diferente para 2025. A continuación, se presenta una comparación de la velocidad de todas las rectas en la temporada regular, en comparación con la postemporada, durante los últimos cinco años. Incluye todas las rectas de cuatro costuras, sinkers y cutters. La única salvedad es que no incluirá el séptimo partido de la otra noche entre los Mariners y los Blue Jays, ni la Serie Mundial.

Los lanzadores vuelven a lanzar con más fuerza en octubre. Como anécdota, quizás lo hayan notado. Sin embargo, las cifras lo demuestran, en comparación con la intensidad con la que lanzaron en la temporada regular. Esta es la mayor diferencia que hemos visto desde la temporada acortada por la pandemia. Si bien la velocidad es solo una fracción más rápida que en cualquier otro momento desde entonces, no estoy seguro de que los bateadores estén recordando la diferencia en la velocidad de la recta en 2022 y comparándola con la de ahora, si es que siquiera estaban jugando la postemporada en ese entonces. La gráfica ofrece una vista general que nos resulta útil, pero probablemente sea más útil darse cuenta de la probabilidad de que los bateadores hayan visto cierta recta en las últimas semanas y hayan pensado “¿qué demonios fue eso?”.

En cuanto a cómo esto ha impactado la ofensiva, puedes comprobarlo tú mismo. La tabla a continuación considera nuevamente el rendimiento contra todas las variantes de bola rápida.

Los resultados podrían ser más o menos los esperados. Si la velocidad ha aumentado más que antes, es lógico pensar que la ofensiva ha disminuido. Al discutir sobre la eficacia de lanzar con más fuerza, las palabras nunca son lo suficientemente claras. Más velocidad siempre conlleva menos ofensiva. Sin embargo, este año quizás se sienta más marcado. El ejemplo más reciente, temporada 2024, que tuvimos del rendimiento de los bateadores contra las rectas en octubre fue una anomalía. Aparte de eso, la postemporada de 2025 nos ha vuelto a ofrecer la mayor diferencia entre la temporada regular y los playoffs.

Si se lo preguntan, el porcentaje de SLG generado contra lanzamientos fáciles de batear, en esta postemporada, es el segundo más bajo de los últimos cinco años (.585). Solo el de 2022—el octubre casi idéntico a este—fue peor, con una marca de .573. Esto subraya otra realidad básica de la alta velocidad: deja más margen de error, incluso cuando los errores son graves.

Sin embargo, decir simplemente que la velocidad ha aumentado y la ofensiva ha disminuido no ofrece una visión completa. Aquí hay otra gráfica que muestra la frecuencia con la que se han lanzado las rectas más rápidas.

Tras este tercer gráfico, la temporada de 2022 destaca de nuevo por sus propias razones. Probablemente sea justo pensar que fue la primera campaña real e ininterrumpida después de la pandemia, donde los jugadores pudieron aumentar su rendimiento sin interrupciones. Pero la postemporada de 2025 también destaca en este aspecto. La tasa de rectas de más de 97 millas por hora es la más alta que hemos visto en los últimos cinco años, por un mínimo. También se lanzan más en general, más del doble que en la temporada regular. Para los lanzadores, es su mejor arma; lo que los mantiene más seguros y les da a sus equipos la mejor oportunidad de lanzamiento en lanzamiento. Para los bateadores, aquí no hay freno. Es puro fuego, todo el tiempo. Si tienes una imaginación empática, apreciarás lo difícil que es batear el grupo de lanzamientos que aún representa más de la mitad de todos los lanzamientos que ven.

Si te preguntas si están cambiando el SLG por el promedio de bateo, es lógico. Pero no es eso lo que está sucediendo. Antes del partido de anoche, los bateadores bateaban .267 contra rectas este mes. Eso es 67 puntos menos que en la temporada regular. Ninguna otra temporada en los últimos cinco años vio una caída mayor a 10 puntos. Y eso me lleva al gráfico final, el más interesante:

Los datos públicos sobre la velocidad del swing solo datan de los últimos tres años, por lo que no nos ofrecen el mismo alcance que la velocidad del lanzamiento. También soy consciente de los inconvenientes de promediar cualquier estadística como esta. Sin embargo, limitar los datos solo a los swings de recta ayuda a reducir al menos algo de ruido. A pesar de que todos se están preparando para darlo todo, los bateadores han empleado un enfoque ligeramente diferente al de grip-it-and-rip-it, que hemos visto en los últimos años. Quizás buscan lanzamientos quebrados con más frecuencia porque han sentido que la velocidad de las bolas rápidas se está intensificando. Quizás han decidido quitar algo para aprovechar poner la bola en juego, aunque eso tampoco haya funcionado. Pero lo intentan, sin importar cuántas veces Smoltz haya recurrido a argumentos de hace 10 años sobre ángulos de lanzamiento y cuadrangulares.

Analizar las cifras me ha ayudado a contextualizar lo que he visto este mes y me ha permitido comprender lo difícil que ha sido para los bateadores ganar impulso en un momento en el que quieren estar más concentrados que nunca. También me ha dado algo de alivio. Si bien este mes se trata de coronar a un campeón, cada partido adicional ofrece más tiempo para considerar qué podría haber sido diferente para todos los equipos que perdieron. Un pequeño escenario de muestra deja espacio para ese tipo de dudas y preguntas. Sin embargo, quedarse atrapado en ese círculo generalmente no tiene en cuenta lo que ya era diferente en ese momento. El bateador que suele conectar una recta sobre el plato ya estaba lidiando con una bestia diferente: algo para lo que no entrena de la misma manera ni con la misma frecuencia. Algo contra lo que tal vez nunca tuvo muchas posibilidades, por muy cerca que pareciera.

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